The Adversiter Chronicle

jueves, 4 de julio de 2013

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre


Suplemento literato cutre de
 The Adversiter Chronicle

Libro: Crónica de la posguerra 1939 -1955
Autor: Rafael Abella
Editorial: Ediciones B, S. A.
Edición: Septiembre 2008



Se me ocurren varios motivos para degustar el libro que traemos hoy a Lomo con tapas, desde desmontar ese falso revisionismo de la dictadura del general Franco donde se subraya el desarrollo económico y social olvidando los orígenes nazis, copia en una primera fase con cutrez de medios, y fascistas italianos del régimen que se iban paulatinamente maquillando y diluyendo desde que quedó claro que la superioridad material e industrial de los aliados iba a derrotar el racismo ideológico hitleriano... Un desarrollo innegable cuyo precio fue un aislamiento endémico de España en el escenario internacional y una España que imponía la paz y el orden tras destruir primero al país...

Pero los generales rebeldes ganaron la contienda fratricida otorgando a franco el mando supremo que degeneraría hasta vitalicio sabiendo convertirse en heredero del sacrificado José Antonio y sumiendo al país en penurias y abusos con el nacimiento de una nueva élite favorecida por el poder dictatorial de Franco que se enriqueció con el estraperlo y medraron a la sombra de la victoria y la represión. Una época de casi dos décadas de cartillas de racionamiento, de contrastes sociales y materiales pero sobre todo con el génesis de una cultura de corrupción y aprovecharse de la cosa y ,los erarios públicos que perdura en este presente de crisis económica que nos toca vivir....

Por que la verdadera herencia de Franco fue dejar un país cuya población tuvo que someterse al dictado de los poderosos donde el amiguismo, el caciquismo y la corruptela sustituyó el meritaje, la preparación y la validez del talento, esa y no otra es la gran herencia de un tipo que se enganchó al poder para no soltarlo hasta su muerte...

Rafael Abella es autor de obras como los dos volúmenes de La vida cotidiana durante la Guerra Civil y La vida cotidiana durante el régimen de Franco, entre otras que cita la solapa; ha participado en gran número de obras colectivas sobre Historia, colaborador en la radio de Luis del Olmo así como en televisión (Los años vividos) siendo además conferenciante en centros culturales y universitarios de España y América.

Y sin más verborrea os dejo unos breves pasajes...



1939...

En aquellos momentos el dolor era unilateral como si una sola España tuviera derecho a llorar públicamente a sus muertos y a proclamar la magnitud de sus pérdidas, en tanto que a la otra no le quedaba más que el silencio y la culpa. El país se hallaba ante el cese de las hostilidades, pero frente a una colosal rendición de cuentas. A los ojos de los vencedores era preciso hacer un escarmiento ejemplar que abarcara, no sólo a los protagonistas de unos desmanes producidos en el curso de una situación revolucionaria, sino a los mantenedores de unas ideas a las que se atribuía el origen de toda la tragedia. Los diarios se llenaban con noticias de detenciones sonadas y se exultaba al saber que la
Escuadra Nacional había evitado la fuga de 20.000 rojos del puerto de Alicante. Mas no era sólo la captura de gente significada, la cadena de cesantías, la masiva incoación de expedientes o las instancias a denunciar lo que delataba el cariz de los vencedores. Estaba también la imposición de una disciplina y de un acatamiento que se estimaban necesarios para poner coto al desorden y a la indisciplina. El ponerse en pie y el alzar el brazo eran exigencia cotidiana ante desfiles y presencias. En los espectáculos, la representación se interrumpía para, ante la imagen de Franco y el himno nacional, saludar firmes y con el brazo extendido. El orden externo era de urgente imposición para que los recién incorporados a la España vencedora supieran a qué atenerse en cuanto a la reverencia a personas y a símbolos que eran exponentes del régimen autoritario resultante de la victoria militar.”

1940...
La noticia saltó -clamorosa- a los titulares de los periódicos. La cosa no era para menos: ¡El problema de los carburantes estaba resuelto! En efecto, `La Vanguardia Española´del 21 de enero de 1940 anticipaba la resonante información: <<Hacia la autarquía nacional en materia de carburantes>>. En la información en cuestión se hablaba de la existencia de <<una gasolina sintética cuya fabricación había sido declarada por el Gobierno, `Industria de Interés Nacional´>>. La realidad de este carburante -se añadía-, del que se han hecho pruebas con el mayor éxito, constituye un paso decisivo que influirá en la reconstrucción de nuestra economía, a la que proporcionará un ahorro anual de cerca de 150 millones de divisas...>>...

...Para terminar con la prodigiosa noticia, la última parte del celebrado artículo descubría la personalidad del sabio artillero autor del descubrimiento. Su nombre era Albert Elder von Filek, <<austriaco de nacimiento y español de corazón>>. Durante el periodo rojo había sufrido martirio en checas y cárceles. Entre sus compañeros de cautiverio, y debido a su origen teutón, era conocido por Otto y se hizo famoso por saludar invariablemente con el brazo en alto a los sicarios que los custodiaban, proclamándose <<más fascista que Mussolini>>.

La noticia de la <<gasolina sintética hecha de hierbas>> conmovió a España entera. Apenas repuestos de la emoción proporcionada por el Caudillo al deslumbrarnos con la noticia de la existencia del oro, esta nueva sensación nos ponía en la senda de lo maravilloso. Algunos atribuían estos golpes de suerte que el destino nos estaba deparando a la influencia del Generalísimo, cuya leyenda de hombre con buena estrella tanto se había prodigado desde los heroicos tiempos de su guerrear en el Rif. Y, efectivamente, la enorme publicidad dada a la trascendental noticia descubría la mano de Franco en el impulso y en la casi paternidad del genial invento. El Caudillo había hecho partícipes a sus más íntimos colaboradores de la concesión en exclusividad y por amistad de un portentoso invento destinado a revolucionar los transportes y a resolver el crítico problema de los combustibles. Una vez más, Franco, propició a creer en la magia y en el meigallo, había dado crédito a un impostor pues no otra cosa resultó ser el llamado Otto.”



Estraperlo...

En el panorama de aquellos años dislocados, la audacia y la falta de escrúpulos hicieron amasar enormes fortunas. La oportunidad era apta para gentes tan dotadas de osadía como carentes de toda clase de códigos morales con los que poner límites a sus acciones. Apoyados en el soborno y el cohecho, y dispuestos a llegar hasta el chantaje, los protagonistas del gran estraperlo se entregaron a las más extraordinarias maniobras. El detalle de algunas pone al descubierto lo que era la vida española en un momento en el que el país se desenvolvía bajo un sistema político que sostenía teóricamente su repudio, tanto del capitalismo como del comunismo, y al amparo de estas enfáticas declaraciones se vivieron unas circunstancias tan de rapiña que para buscarles un parangón habría que remontarse a los más salvajes momentos de la forja del capitalismo americano cuando el dogma de la libre competencia permitía todas las ilicitudes...

...Afirmada sólidamente una clase privilegiada en el uso y disfrute de todos los resortes, fácil es comprender que poco les iba a afectar la ley de noviembre de 1941 por la que se castigaba con la pena de muerte a los especuladores. El mercado negro y todo lo que él llevaba aparejado siguieron su imperturbable curso. Las multas aumentaron de volumen, los cierres de fábricas se hicieron más frecuentes, pero el fenómeno había penetrado de tal manera en los usos del cuerpo social que no hubo manera de cortarlo. A finales de 1942 la Fiscalía General de Tasas hizo público el resumen de su actuación a lo largo del primer año en el que entró en vigor la posibilidad de aplicar la última pena a los convictos de entregarse al comercio ilícito. Y fue el siguiente: 380 millones de multas; 50 millones el valor del género decomisado...”

Para terminar, una de las fijaciones del régimen, que es decir el propio Franco: la masonería...
Si la lucha contra la masonería se enmarcaba en el oscurantismo de medievales supersticiones al estilo de las que han dado lugar históricamente a la caza de brujas y a la persecución de herejes o relapsos, el combatir a los elementos subversivos entraba dentro del aparato represivo montado a la luz del día para defender la Victoria. El modo como se consideró el delito político en la España de la posguerra queda perfectamente definido en estas palabras de un comisario de policía dirigidas a un detenido acusado de haber participado en unas reuniones de una llamada O.D.E.L (Organización de Españoles Libres), tertulia que no ha pasado a los anales de la Resistencia española. Como quiera que el inculpado era persona de buenos antecedentes y había sido muy recomendada al comisario en cuestión, éste, al dejar el detenido la dependencia policial, le hizo la siguiente advertencia:

<<Que no te vuelva a ver yo por aquí por lo que has venido. Porque aquí se puede venir por estafador, por ladrón o por asesino. Pero Dios te libre de venir por rojo>>.

El funcionario estaba desarrollando las ideas que iban a sentar jurisprudencia en la posguerra, es decir, que se podía cometer un robo y hasta un asesinato alevoso y siempre y cuando se perpetrara sin escándalo y entre cuatro paredes, las probabilidades eran de salir sentenciado con moderadas penas de prisión. Pero si el delito entraba en lo político-social, tipificado como atraco a mano armada con perturbación del orden público, entraba de lleno en la jurisdicción militar. Entonces el destino de los encausados se debatía entre la pena de muerte y los 30 años de reclusión. Rasero de análoga dureza era aplicado para todo lo que se considerara actividades subversivas: asociación ilícita, reunión clandestina, propaganda ilegal, llegando a las más extrema severidad cuando de huelgas o sabotajes se tratara.”


Libro de la memoria común en el devenir de la historia ahora que nos quejamos de la crisis, los políticos y la esencia de seres refalfiados herederos del futuro que labraron quienes nos antecedieron sobreponiéndose al trauma de la Guerra Civil y acatando o disfrutando de la dictadura según circunstancias.

Las hemerotecas está ahí y muchas de las cosas que nos producen hilaridad al leerlas, te hacen pensar por un instante en aquella sociedad y lo realmente triste que debió ser sobrevivir derrotado, lo realmente hermoso de la victoria disfrutando y siendo privilegiado así como la lucha sorda y anónima de la inmensa mayoría de ciudadanos que debían aprender el nuevo sistema y salir adelante...

Libro para tener en la biblioteca y enseñar a cretinos de brazo en alto o puño en alto; ideal para lectura de vacaciones y sentirnos menos apenados porque en vez de ir de crucero se vuelve al riachuelo del pueblo y para saber que hubo un tiempo de penuria y hambre mientras una dictadura de opera bufa creaba su corte, su sostén en el poder y su omnipresencia en la vida diaria.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.

http://theadversiterchronicle.org/
 
 
 

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