Producción
estadounidense de 1988 dirigida por Alan Parker e interpretada en sus dos
principales papeles por un pleno Gene Hackman y un pletórico Willen Dafoe en
sus registros interpretativos. Les acompañan un elenco de actores secundarios
Bob de caretos reconocibles pero de cuyo nombre no puedo acordarme, pero que
reconoceréis nada más verles.
Y es que
en estos tiempos de crisis, que conllevan un instintivo acercamiento a
parámetros racistas debidamente azuzados por el neo nazismo liberal, que no
significa ser liberal sino cambiar el nacional-socialismo por el
nacional-liberalismo que permite conjugar las ideas fascistas con los réditos
mercantilistas pero sin renunciar al exterminio industrial de sus semejantes
que sean según los parámetros neo nazis digno de ser considerado tal, resulta
terapéutico recordar lo que es ser racista y lo que conlleva el racismo.
Sólo por
esta razón merece tener esta película en la filmoteca para mostrar a nuestros
hijos o aplaudir que las cadenas las emitan como ha sido el caso del dial
de“TELEMIERDA INC.”, “La
sexta 3”, que aprovecho de paso para agradecer a las cadenas de mierda
televisiva que se hayan dado cuenta de que los canales temáticos de cine y
documentales de calidad donde se vean otra cosa que costumbres de la fauna no
humana para sus ritos de apareamiento y posterior crianza de sus camadas
también son rentables publicitariamente.
El
director Alan Parker ya logro desasosegarnos con su “El expreso de medianoche” donde era imposible para el espectador
esconderse de la trágica historia logrando que al poco de empezar nos
sumergiéramos ya en las hediondas cloacas del sistema judicial turco de los
80´s para incautos jovenzuelos occidentales que soñaban ganar unos buenos miles
de pavos haciendo de camellos de poca monta y mucho montante psicotrópico en
sus cuerpos, adosados en este caso, para culminar su viaje de turismo y sus
“viajes” con las costumbres locales de fumar grifa.
“Arde Mississippi” nos produce el mismo desasosiego ya desde su
inicio al sumergirnos en el ambiente palurdo y racista, amén de pueblerino del
profundo sur americano que mantiene su ideario racista permitido desde que los
confederados fueron derrotados por la Unión y que en plena lucha por los
derechos civiles de los afro americanos con el apoyo de la administración
Kennedy, y continuada luego por su sucesor tras su magnicidio, se resistía a
renunciar a la única ventaja que los pobres de piel blanca, y encima del sur
profundo, podían permitirse para no sentirse la mierda de la opulenta sociedad
de los EEUU: ser superiores a los negros y con el favorfervoroso del Kukus Klany del Señor todopoderoso.
Cuando
nos preguntan por nuestros actores favoritos, solemos contestar en un alto % a
De Niro, Dustin Hoffman, Al Pacino, el Brando… Pero si os gusta el Eastwood es
posible que os venga Gene Hackman, actor sólido donde los haya pero sobrio sin
estridencias y contundente en sus personajes.
En esta
ocasión es un veterano servidor de la Ley que proviene de un villorrio paleto y
racista como el lugar protagonista de la película: un condado del profundo sur
a orillas del mítico rio.
Pero
ahora trabaja en el FBI donde ve como la tecnología y una generación de agentes
con título universitario y especializados con la fuerza de ánimo que da el
idealismo, no tienen la maestría de la vieja escuela para acabar con quienes
quebrantan la Ley aun a consta de métodos expeditivos bajo la regla de que
mientras no te pillen usando maneras ilegales se puede hacer cantar al
culpable…
Su
superior, un convincente y casi en segundo plano pero imprescindible en
pantalla, lo interpreta con sobriedad espartana y convincente un Willem Dafoe
que conquistó a los espectadores aficionados al cine bélico con su sargento
Elías en “Platoon”, es el arquetipo
de un nuevo FBI en una nueva América comandada por el presidente Kennedy que
tiene la fe y el poder para descubrir todas las pruebas y hechos para arrestar
a sus antagonistas…
La
historia, basada en hechos reales, tiene lugar en una población típica de las
profundidades sureñas con blancos pobres superiores a sus convecinos de color y
que muestran en sus rostros el cretinismo propio de la endogamia entre primos,
unas autoridades partícipes y consentidoras del racismo diario y su violencia
junto a unas autoridades políticas que cuando no son ellos mismos integrantes y
líderes del KKKno dudan en defender públicamente un modo de
vida con maneras y costumbres de superioridad racial
Tres
jóvenes activistas, dos blancos y un chico de color, son asesinados vilmente
por miembros locales del KKK.
Se envía
a un equipo del FBI a investigar la desaparición, ya todo el mundo sospechaba
que estaban muertos, y prender a los culpables tras encontrar pruebas y
testimonios incriminatorios.
Los
métodos de Dafoe chocan con el silencio de los habitantes del condado, los
blancos callan por culpabilidad de cohecho y permisividad con el racismo
mientras la población de color calla simplemente porque si hablan les molerán a
hostias, les quemarán sus casas y ahorcarán a sus predicadores.
Hackman
por su parte y cuenta, sigue su instinto y hábitos de viejo sabueso calando uno
por uno a los sospechosos del asesinato y logrando encauzar el dolor que le
produce a la esposa del ayudante del racista sheriff ver como se trata a sus
semejantes, conocidos y amigos amén de vecinos, de piel morena.
Alan
Parker logra manipularnos para tener empatía hacia los chicos del FBI y los
sufridos afro americanos del condado. Al igual que un buen capítulo de una
serie detectivesca, sabemos de antemano quienes son los buenos y los malos.
Asistimos impotentes a los fracasos del FBI por encontrar testimonios y los
cadávereshasta llegar a desear cortarle
el escroto al alcalde en la mítica escena del negro que que le va a cortar los
huevos y ponerlos en una taza como hicieron con el chico de la historia que le
cuenta a un acojonado alcalde mientras ve un negrazo enorme que afila una
navaja de cuchilla de afeitar…
Y no
cuento más porque The Adversiter Chronicle tiene jóvenes lectoras y algún no
tan joven lector que quizás no la hayan visto aún y contar las sorpresas que
nos depara la investigación sería chafar su virginidad cinematográfica respecto
a la película.
Pero quiero parafrasear unas frases. La
primera es cuando la esposa del ayudante del sheriff le dice a Hackman que: “nadie nace
odiando, se le enseña a odiar”; “la discriminación racial viene citada en la
biblia, así me lo educaron”; “si naces en este odio, lo vives, creces con él y
finalmente te casas con él”. Y la
segunda es cuando el subalterno le pregunta a Dafoe cómo es que el alcalde se ha
suicidado si ni siquiera era culpable del asesinato y Dafoe le responde: “cualquiera
que niega que esto (el racismo) tiene lugar y lo permite, es culpable”.
Una
joyita en suma que os recomiendo encarecidamente porque es cine del bueno, es
una historia cojonuda que diría el alcalde racista y encima entretiene que pasa
el tiempo de metraje volando y en un suspiro.
The Adversiter Chronicle,diario
dependiente cibernoido Salt Lake City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr. IV http://theadversiterchronicle.org/
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