Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
ROBOCOP (2014)
Es
casi norma que Hollywood revise y actualice, eso llamado remake por
los entendidos, tramas y argumentos, cuando no la película completa.
Hay casos de éxito y otros de fracaso, al turno de noche nos vino a
las neuronas “La huida” (Get Away) donde la
versión de los 80´s era una caricatura de la protagonizada por
Steve Mc Queen. Hay dos maneras de hacer una revisión: calcar el
original o conservando el alma de la trama darle una nueva visión...Y esa es la propuesta de esta producción estrenada en 2014 y dirigida por José Padilha, sin duda muy conocido entre sus familiares, parientes y amigos pero que nos es absolutamente desconocido. Porque si en el original la trama giraba en torno a la posibilidad de que robots artillados y robot con componentes orgánicos humanos podrían algún día realizar tareas de seguridad ciudadana, también se pincelaban detalles como la simbiosis mente humana-máquina y si la personalidad del sujeto llegaría a imponerse al sistema robótico, aquí el acierto reside en plantear la batalla psicológica entre la personalidad que alberga la mente y su adaptación a un ser robótico y la lucha entre la programación del sistema y la psique del sujeto robotizado.
Por una parte, la sociedad y el mundo es distinto al futuro planteado en la primera versión. Los anuncios de la omnipresente televisión son sustituidos por un programa donde un bien caracterizado Samuel L. Jackson ejerce de maestro de ceremonias con un futurista plató y efectos de pantalla que induce al pensamiento de las masas, a las que nunca vemos pero sí la ciudad de Detroit que vista desde el aire semeja una tableta de microcircuitos. Un presentador que defiende tesis mercantiles de las grandes corporaciones, enarbolando la bandera de la conciencia de unos EEUU mal dirigidos y gobernados para el pueblo pero que en realidad lo son para los intereses de las grandes corporaciones.
Un
futuro donde la robótica como arma ya se utiliza en el extranjero
pero prohibida en
EEUU, con plantas de ensamblaje en China o
cualquier país del sudeste asiático. También interviene como
novedad el protagonismo del creador. En lugar de una ejecutiva
agresiva y sensual de la corporación, aquí tenemos al presidente de
la misma interpretado por un contenido pero ajustado al papel de
Michael Keaton que ignora el factor humano del producto, que no duda
en mentir y falsear para que su producto se comercialice en jugosos
contratos, que vende su alma por eliminar el alma de su producto...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
Pero
está el creador, el moderno doctor Frankenstein, interpretado por un
soberbio y siempre solvente Gary Oldman que sabe que su monstruo
tiene alma humana porque es un híbrido y no un simple robot. Pero
también es culpable porque accede a construir el nuevo producto,
pero se impone su humanidad, su comprensión de que la mente humana
pese a los inhibidores que se le puedan instalar, porque en realidad
Robocop es una prótesis, un exoesqueleto, al que se le suman los
recursos en computación pero que razona, piensa, medita y recuerda
porque hay un ser humano en el interior de ese exoesqueleto...
El
protagonismo recae en Joel Kinnamen, que no lo hace mal, pero que no
resiste la comparación con el mismo papel interpretado en la
original por Peter Weller. Ni qué decir tiene que los recursos
actuales en efectos digitales mejoran ese aspecto de la estética,
pero han tenido el acierto en recrear los diseños de máquinas de la
primera versión, lo cual al espectador veterano le resulta
reconfortante y no resultan diseños extravagantes para las nuevas
generaciones digitales.
Pero
lo mejor de la película es la fermosa Abbie Connish que ya nos
enamoró al equipo de cata cinematográfica en “Stop- Loss”
porque es aparecer su rostro en
pantalla y todo el plano y toda la película e incluso toda la jodida
existencia quedan eclipsados por su belleza. Sólo deleitarse en su
contemplación ya merece visionar la película. Porque al final todo
resulta algo precipitado, un pequeño batiburrillo final que no se
sabe si es por imposiciones del metraje o mal pulso del director si
bien hasta la primera hora y media todo es pausado y donde la
vertiente psicológica se impone a la acción, con tiros y destrozos
aptos para todos los públicos.
Película que hará las delicias de quienes disfrutaron
con la versión de los 80´s por dos razones: la primera que
recordaremos la época del original y como fascinó en su tiempo, la
segunda porque hay guiños de complicidad, los robots artillados ya
citados o la casa del agente Murphy que es la misma. Una película
seguramente algo ñoña y tostón para las generaciones digitales y
candorosa para espectadores veteranos que saben que el agente Murphy
siempre será Peter Weller, que el villano en realidad le acribilla
con su banda y no una triste explosión en el coche y que el doctor
es muy guay pero nunca olvidaremos a la ejecutiva agresiva meterse en
el jacuzzi con el presidente de la corporación para lograr sus
anhelos profesionales y que la mujer del agente Murphy sabe que murió
aunque nos enamore prendidamente Abbie Connish...
Un fallido remake en suma que se salva por el
reparto, que no es poco.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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