Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle
Autor: Gordon Thomas
Editorial: Ediciones B, S. A.
Traducción: Marta García Madera
Edición: Noviembre 2009
Si
hay un servicio secreto con pedigrí y cierta aureola mezcla de sinónimo de
efectividad y buenas formas, ese es el MI5 junto a su hermano MI6, ambos forman
el Servicio Secreto.
Libro
interesante por varios aspectos: ver cómo progresivamente y totalmente tras
1945 el espionaje británico quedaba superditado a la CIA y que salvo los
servicios secretos franceses el resto de agencias europeas no pintaban nada,
hasta hace relativamente nada también…
Destacar
de su obra el libro Mossad, la historia
secreta que mereció la declaración de un director general del Mossad y un
asesor sobre contraterrorismo del gobierno de Israel que manifestaron que era
uno de los análisis más importantes publicados sobre el mundo del espionaje…
Esto
lo he sacado como siempre de la solapa.
El
caso es que veremos como el KGB se infiltra hasta las más altas esferas del
espionaje británico, la crisis del canal de Suez, la resistencia al nazismo en
la Europa ocupada, los avisos con una década de antelación alertando del
fundamentalismo islámico y a cien años de evolución, pérdida de poder mundial y
decadencia del Imperio Británico y los esfuerzos de mantener un Servicio Secreto
operativo, eficaz e importante pese a la pérdida de un imperio y pasar a ser
una nación entre naciones donde cambió la relación de fuerzas al término de la
II Guerra Mundial.
Os dejo
con unos breves pasajes:
Tiempos
nuevos, presupuestos salvajes…
“El MI6 es el Servicio Secreto de
Inteligencia exterior de Gran Bretaña y tiene alcance mundial. El MI5, el
Servicio de Seguridad, es responsable de la seguridad interna. El MI6 responde
ante el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña; el MI5, ante el
ministro del Interior. Ambos ministros son nombrados por el primer ministro
titular y están representados en el Comité Conjunto de Inteligencia, el vínculo
con el Gobierno. Sin embargo, tanto el jefe del MI6 como el director general
del MI5 tienen acceso inmediato al primer ministro del día. Ante la amenaza
actual del terrorismo global, ambos servicios trabajan estrechamente.
Desde el ataque de Al Qaeda a estados Unidos el 11 de septiembre de
2001, las consideraciones presupuestarias dejaron de ser la preocupación
principal; al MI6 le llovió el dinero para llevar a cabo tanto acciones de
espionaje y contra espionaje como de vigilancia electrónica, cuyos aparatos
continuaban siendo, en 2007, la industria creciente del mundo de la inteligencia…
…En enero de 2007, un equipo de agentes del MI5 había volado al
estado africano de Somalia, asolado por la guerra, para intentar obtener
muestras de ADN de cuatro terroristas nacidos en Gran Bretaña, quienes habían
formado parte del centenar de yihadistas que habían muerto en un bombardeo de
Estados Unidos a un campo de entrenamiento de Al Qaeda en la remota isla de
Lamu en el Océano Índico. Aquellos hombres habían nacido y crecido en Leeds y
habían dicho a sus familias que iban a visitar a unos parientes a Islamabad.
Sin embargo viajaron a Somalia y se unieron a otros yihadistas de Francia,
España, Italia y Alemania. Los detalles del pasaporte de los cuatro británicos
habían proporcionado una huella de su viaje a Lamu, que permitía seguirles la
pista desde el aeropuerto de Atenas hasta Mogadiscio, en el Cuerno de África.
Desde allí viajaron a Lamu, donde llegaron sólo dos días antes del ataque de
los bombarderos estadounidenses. Inmediatamente después, sus cuerpos fueron
enterrados junto a los otros muertos por parte de sus instructores, que, a
continuación, volvieron en avión a Mogadiscio…”
Contra
el nazismo…
“El MI5 capturó a treinta espías alemanes en los primeros meses de
la guerra. Fueron interrogados en Latchmere House, un centro especialmente
preparado para dicha función en el pueblo de Ham Common, a las afueras de
Londres. La casa de estilo victoriano, que había servido como hospital militar
durante la Primera Guerra Mundial, pasó a ser el centro principal del MI5 para
interrogar a espías enemigos capturados y estaba a las órdenes de otro
personaje fuera de lo común que se había abierto camino en el Servicio de
seguridad justo antes de la contienda.
Las celdas en que se alojaban los prisioneros tenían micrófonos
ocultos. La comida era la imprescindible. A las nueve y media en punto de la
mañana, Stephens, después de un desayuno abundante y vestido con su uniforme de
teniente coronel del regimiento de gurkas, entraba en una celda y empezaba el
proceso de desenmarañar la verdad sobre un sospechoso. Si al final quedaba
satisfecho, lo entregaba a otros a fin de que hicieran de él un agente doble.
Stephens podía necesitar muchas horas durante muchos días, y en ocasiones
semanas, antes de sentirse satisfecho y decidir si el prisionero era útil o
sería enviado a la Torre…”
Espionaje
en la era espacial…
“El presidente Johnson no les había dicho cómo se habían gastado
aquellos miles de millones en colocar un collar de satélites estadounidenses en
el espacio profundo, algunos, a medio camino hasta llegar a la Luna, otros en
una órbita baja, grabando imágenes de los acontecimientos mientras se
producían. Cada robot espía tenía unos oídos mecánicos altamente afinados que
escuchaban en todas las direcciones. Podían escuchar en secreto una
conversación entre planificadores militares dentro de las paredes del Kremlin o
fotografiar a los antiguos líderes de República Popular China mientras paseaban
en el complejo de Zhongnanhai en Pekín, con la ayuda de marcos o palos de acero
tubulares que imitaban la forma de los bosques húmedos que rodeaban Birmania y
China. De hecho, los satélites podían controlar los silos de misiles en los
Urales rusos; los tiempos de vuelo en minutos de las bases aéreas de
Europa
Occidental; las fábricas de armamento ocultas en la frontera entre China y
Mongolia y las fábricas que producían armas químicas al norte de Pyongyang, la
capital de la virtualmente inaccesible Corea del Norte, en la que los satélites
silenciosos habían penetrado sin esfuerzo. Cada una de sus múltiples cámaras
debía recoger imágenes de todos los rincones del mundo que estuvieran bajo
control comunista. Si aparecían huellas de un vehículo nuevo y desconocido
alrededor de una fábrica o tierra cavada recientemente cerca de una base
militar, era en puntos como aquellos, y no en la majestuosa topografía de Asia
y la URSS, en los que se concentraban las cámaras…”
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
¡Una
mujer de jefa…!
“Stella Rimington (1991-1996), que era una persona profundamente
reservada, pasó a ser el centro de una vorágine de titulares para la que ni
ella ni el MI5 estaban preparados. Se convirtió en la <<superespía ama de
casa>>, la reina de todos nuestros secretos>> e, inevitablemente,
<<la mujer del MI5 que rompe un amor secreto>>, un titular de un
periódico que quería dar un poco de salsa a su separación de unos años atrás.
El `Sunday Times´ contrató a
un detective privado que accedió a su cuenta bancaria e incluso encontró una
pequeña suma que afirmó que había sido depositada por el jefe del KGB. Otro periodista
publicó una encuesta en la que pedía a los lectores que proporcionaran la mejor
historia sobre la <<mujer misteriosa>>. La nueva directora general
se encontró perseguida como cualquier famoso…
…En el MI5, en general, su nombramiento fue bien recibido, especialmente
por parte de las mujeres, cada vez más numerosas, que habían pasado de ser
secretarias y oficinistas a agentes de inteligencia con todas las de la ley, en
gran medida debida al impulso de Rimington…”
Un
nuevo enemigo…
“En Washington, la respuesta inmediata a la destrucción de las
embajadas fue que el presidente Clinton firmara la orden presidencial 13099. La
intención era descubrir todas las redes financieras de Al Qaeda y, siempre que
fuera posible, congelar sus activos utilizando la OFAC (Oficina de Control de
Activos Extranjeros del Ministerio de Hacienda). A Richard Clarke, el zar del
antiterrorismo de Clinton, se le podían perdonar sus suspiros. A pesar de
su nombre imponente y de sus oficinas
bien equipadas, la OFAC había logrado poco para descubrir las operaciones
financieras de los cárteles de la droga colombianos; sus operaciones de
blanqueo de dinero continuaban siendo tan misteriosas como siempre. Pronto fue
evidente que la OFAC no lo haría mucho mejor contra Al Qaeda. Prácticamente no
tenía información en sus archivos sobre la financiación del terrorismo, y su
personal no había empezado a reunir datos hasta que la orden del presidente aterrizó
en sus mesas…
La base del MI6 en Riad había averiguado que muchas organizaciones
benéficas saudíes estaban directamente
relacionadas con su gobierno y promovían una versión del extremismo
islámico que Bin Laden continuaba apoyando. A pesar de que había sido expulsado
del país, el régimen saudí había hecho poco para hacer más estrictas sus
regulaciones financieras, lo que habría dificultado que los fondos circularan
dentro y fuera del país para apoyar a Al Qaeda…”
Libro
recomendable para amantes de 007, curiosos
de las bambalinas que mueven el mundo y para la suegra el día de su cumpleaños
que ante la magnitud de hojas y el tema deberá disimular que le gusta mientras
por lo bajinis se caga en nuestros muertos…
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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