Con la
colaboración de Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
La Infanta Cristina
absuelta: análisis
Finalmente
la Infanta Cristina se limitará a pagar y es absuelta ante el pasmo
de la ciudadanía que contempla la sentencia como un trato de favor
por ser quien es. La ciudadanía parece clamar justicia de verdad y
los analistas de los mass media se dividen entre quienes ven un error
de juicio y entre quienes ven un claro favoritismo...
-Tenemos
un sistema judicial con unos profesionales de la misma como son
jueces y fiscales, responsables de reunir pruebas los segundos y
juzgar los primeros. Por otra parte aún queda recorrido antes de una
sentencia definitiva una vez culminen los procesos de recurso. Si
confiamos en el sistema, si otorgamos el poder de juzgar a quienes se
suponen preparados pues resulta algo absurdo cargar las tintas contra
la posible influencia por pertenecer la Infanta a la familia real.
Será que las leyes no están bien legisladas para determinados casos
de corrupción donde las penas no son acordes a los hechos, pero se
han seguido los pasos judiciales, se ha juzgado y se ha sentenciado
como marca la Ley. O confiamos en el sistema judicial o no confiamos
pero no podemos la ciudadanía juzgar el sistema judicial porque las
sentencias no son acordes a lo que esperamos, no sería una Justicia
ciega si hiciéramos tal cosa.
-
Vayamos por partes, ¿la Infanta no sabía nada de las actividades
ilícitas de su esposo?
-
Eso ha quedado demostrado en
el juicio, digo demostrado porque eso dice la sentencia. Cuesta
creerlo, cuesta creer que una Infanta que hemos visto crecer o que ha
crecido a la par que nosotros, con carrera universitaria, un empleo
ejecutivo, una mujer en definitiva de hoy, cuesta creer que en su
intimidad hogareña se limitara al rol de madre y esposa. Cuesta
creer que la Infanta cuando disfrutaba de la vida gracias a los
ingresos fraudulentos de su cónyuge no se preguntara o preguntara a
su marido de dónde salía todo ese parné. ¿Estamos ante una mujer
que por clase social se mantuvo de mansedumbre económica en la vida
conyugal? ¿Estamos ante un matrimonio a la antigua usanza donde el
marido no daba explicaciones o consultaba a su mujer los temas
económicos? Cuesta creerlo, cuesta.
-De
consentir que su esposo se aprovechara de estar casado con una
Infanta de España y ella tenía de motu propio haber velado porque
nada empañara o salpicara a su familia y a su padre que es decir al
reinado de Juan Carlos I. Podemos acusarla de dejadez de funciones,
de pasar de todo y no ser consciente que como Infanta y como mujer
debería haber hecho preguntas. En condiciones normales su marido
estaría como mucho de profesor de gimnasia en un centro del Opus
Dei, nunca estuvo preparado para la función que supuestamente
ejercía y se limitó a ir de la mano de su socio porque su estatus
de yerno del Rey le abría puertas. Se puede estar de acuerdo o no en
la sentencia pero debemos preguntarnos si los verdaderos culpables se
están yendo de rositas y no debatir tanto una sentencia que aún no
ha terminado su proceso judicial.
-A los responsables políticos de que un zangolotino y
su socio fueran recibidos, aceptadas sus propuestas y pagar las
mismas cuando todo era una, nunca mejor dicho, una soberana mierda.
Es el mismo caso salvando las distancias del pequeño Nicolás: para
que el esposo de la Infanta y su socio pudieran perpetrar sus
chanchullos chorizando caudales públicos es porque los responsables
últimos de gestionar los mismos pasaban olímpicamente de averiguar
la veracidad de las propuestas porque no querían ofender a alguien.
Esto el esposo de la Infanta lo hizo conscientemente y la duda es si
ella sospechó alguna vez o se preguntó al menos si estaba siendo
utilizada, cuesta creer que no y es la causa última de la duda de si
fue juzgada como el común de los ciudadanos mortales. Pero es tan
culpable como los políticos y políticas que prefirieron cerrar los
ojos a confirmar, a comprobar, a poner en duda como debe hacerse en
estos negocios cuando se plantean a las instituciones públicas. Los
chorizos aunque sean de guante blanco o aristocráticos siempre
precisan de una clase política que no ejerce sus funciones de velar
por el dinero de todos y todas.
-Hay
un poco de todo, unos para atacar la monarquía o más bien el
sistema monárquico pero derivado de las tesis, sobre todo, que ven
la Transición como un error y prolongación del franquismo; están
las tesis republicanas que ven una diferente justicia para con la
monarquía... En ambos casos se olvida que ya no es una monarquía
por derecho divino, fue la sociedad civil quien eligió este formato.
Tenemos un proceso judicial donde los mass media siguieron,
analizaron, buscaron e inducen a emitir sentencias populares sin
juicio que luego la clase política trata de aprovechar. Pero la
mayor decepción creo que viene por el motivo apuntado anteriormente,
la vimos crecer, prepararse, enamorarse y vivir una vida que no era
verdad, nos sentimos defraudados hacia ella como persona y como
Infanta. Es de esperar que algún día la Infanta se sincere
públicamente y cuente la realidad de un día a día donde cuesta
creer que no hiciera algo aunque sólo fuera por curiosidad. Si es
verdad su mansedumbre como esposa y no su imagen de mujer moderna en
una sociedad moderna estamos ante el drama de una persona que ha
vivido una falsa vida.
-Primero
su padre, luego la institución y por último ella misma. El reinado
de D. Juan Carlos I ha sido un reinado de prosperidad y paz social
que hizo frente a los rescoldos del franquismo, el terrorismo de ETA,
la integración en la Unión Europea y desarrollo a la par de nuestro
papel geopolítico. El asunto de su hija y su yerno aceleró el
proceso de análisis de la figura humana que suele hacerse cuando el
interesado ya está difunto. A la institución por cuanto obliga a
ser mejor cuando ya se era. Pero simplemente hemos visto ser juzgada
a una persona que representa unos valores que parece que empezamos a
recuperar como son dignidad, majestad y a la sociedad en que se
desenvuelve sin menoscabo de su linaje. No es una victoria o una
derrota que la Infanta haya pasado por los tribunales y haya sido
absuelta, es un caso judicial donde se han realizado todas las
garantías procesales y de imparcialidad, toda la imparcialidad que
puede tener la Justicia. Hay que analizar los hechos, detectar las
fallas para que se produjera el timo y confiar en el sistema
judicial, lo de la Infanta y los interrogantes sólo puede
contestarlos ella y lo demás son conjeturas fuera de los hechos
juzgados pero vitales para entender qué paso porque el cómo y
cuándo ya lo sabemos.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario