Una crónica de
nuestro enviado espacial Skizo´s Blues
Gran
éxito de asistentes a la asamblea extraordinaria de la asociación
Hierbabuena, en comparación con anteriores citas asamblearias, celebrada en el incomparable marco de Santullano, ese
coqueto y acristalado mazacote que esconde en sus entrañas un sótano
digno de la mejor tradición del búnker anti nuclear soviético pero
que ha quedado compartimentado en salas.
Comenzó la asamblea en segunda sesión con precisión inglesa y sin tradición hispana de retraso. Pudo verse entre las filas de la plebe social a Silvino, abnegado responsable de la sección deportiva que andaba barruntando estrategias futboleras, Fernando Estrada, socio que presentaba su candidatura para ocupar la Secretaría, generoso acto de sacrificio personal y de preocupación por la asociación...
Y es que
el intríngulis de la asamblea residía en el proceso electoral que
se está llevando a cabo en Hierbabuena donde la directiva presidida
por Tomás López Corominas entrega el relevo tras arduos años de
sacrificio neuronal y de tiempo cuando no en ocasiones en anónimo y
no reconocido esfuerzo material. La asociación que deja el
presidente y su directiva es un referente en asociacionismo y gestión
de actividades para la recuperación y el empoderamiento de personas
usuarias en los servicios de salud mental del SESPA así como una
referencia tanto en el territorio patrio como en el extranjero, una
categoría que marca y es a su vez la principal diferencia de la
Hierbabuena que era cuando Tomás cogió el timón y lo que es ahora
un legado lleno de esperanza e ilusión animados los vientos del
rumbo por las velas de la masa social y la nueva directiva que coja
el timón...
Formaban
la mesa presidencial secretario y vicepresidente flanqueando en un
sólo flanco desde un punto de vista de perspectiva visual del
conjunto al presidente.
La
asamblea discurrió por los habituales andurriales de diálogo
instructivo y eficaz entre usuarios y directiva que han marcado estos
dos años, salpicados de momentos anecdóticos con los asistentes de protagonistas, mientras Tomás hacía
un resumen del estado actual de la asociación.
Efusivas y besuconas liturgias de despedida pero no por ello menos emotivas entre los socios asistentes a las socias que se ausentaban por distintos motivos de la asamblea, aunque alguno pareciera que tuviera trastorno besucono-compulsivo, tal era el ardor y fragosidad de la despedida...
Lo
importante es que Hierbabuena supone un modelo de gestión por los
mismos enfermos mentales que merece la atención debida de la
administración, tanto regional como local, toda vez que puede
decirse que dentro de la ponderada área psiquiátrica del SESPA, y
es cierto haciendo una comparativa con otros terruños autonómicos
de segunda estofa, Hierbabuena es vista por los profesionales como
una herramienta más del arsenal terapéutico con la diferencia del
modelo asociativo, que no tiene parangón puesto que la mayoría de
asociaciones por no decir casi todas son gestionadas por familiares
de enfermos mentales...
La
celebración del proceso electoral y que haya candidaturas es un
síntoma de fortaleza y responsabilidad que el sistema debería
recompensar manteniendo las subvenciones, recortadas como todo lo que
sea dinero en estos tiempos de crisis.
Que
Hierbabuena se viera privada de alguna de las subvenciones no la
condicionaría para seguir con las actividades ya que uno de los
legados de Tomás y su directiva es haber demostrado que los propios
usuarios pueden gestionar las mismas, pero se hace necesario la ayuda
para poder mantener el aparato interno y burocrático.
Se abre
ahora un periodo donde una gestora nombrada al efecto llevará la
asociación hasta la asamblea prevista en octubre donde se culminará
el proceso electoral y se hará el relevo de poltronas, que aquí son
sillas de plástico, horas quitadas al descanso propio y trabajo
oscuro pero diario como bien sabe el presidente saliente.
Y tratados los asuntos se dio por finalizada la asamblea extraordinaria formándose efímeras tertulias en la despedida, cuando se vuelve al mundo real y te conviertes en invisible para el Sistema, donde ya nadie te oye aunque alces la voz porque te han etiquetado, medicado e institucionalizado como enfermo mental...
Hierbabuena
es el mejor ejemplo de que los locos puede que lo sean pero no
necesariamente tienen que estarlo aunque así los vea el Sistema, y
por qué negarlo, la inmensa mayoría de la ciudadanía...
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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