El
cielo y la tierra
Película
de 1993 sobre la Guerra de Vietnam y más concretamente en su efecto
sobre los indígenas y los soldados profesionales...
Está
claro que solapando a Salvador y Asesinos natos, el
Oliver pasará a la historia del cine aunque sólo sea por su
trilogía iniciada en 1987 con ese biopic de escenarios y situaciones
amalgamadas en una deliciosa película como es Platoon,
donde los soldados eran de carne y hueso y explotaban como tales pero
que no dejaba de ser una muestra de las múltiples misiones de
combate...
Tenemos
luego Nacido el 4 de julio,
que echa un vistazo a los que regresaron a casa tullidos, amputados,
paralíticos y traumatizados varios que no lograron adaptarse. En
ambas películas Oliver Stone aprovecha para hacer un retrato de la
sociedad americana que evolucionaba hacia los derechos civiles y
donde la guerra al comunismo era una constante y la de Vietnam un
terremoto que iba a resquebrajar la mentalidad de la retaguardia...
Y
en ésta de El cielo y la tierra, tiene
la intención de mostrarnos lo mismo pero del enemigo.
Está
protagonizada en sus primeros actores por Haing S. Ngor (supongo que
este impronunciable nombre corresponde a la actriz) y Tommy Lee
Jones, pero ya al poco del metraje nos da la sensación de que el
Oliver ha hecho trampa. Dicen los títulos de crédito que está
basada en dos volúmenes de memorias de la protagonista real...
Ignoro si el guión es fiel o se permite licencias en la adaptación,
pero al menos por la forma de narrarlo cinematográficamente da la
sensación de que se han unido varios aspectos de la sociedad rural
vietnamita, del país y la derrota del sur...
La
protagonista tiene la mala suerte de nacer mujer, destripaterrones
vietnamita y en medio de uno de los periodos históricos de
invasiones y guerras que suele sufrir Vietnam periódicamente. Para
colmo es budista y su karma está jodido...
La
ñina crece instruida por su padre y feliz jugando con su pandilla de
amiguitos y amiguitas para desespero de su madre que la ve holgazana
y espera para ella un futuro feliz siendo sumisa esposa y abnegada
madre amén de excelente cultivadora de arroz.
Tras
mostrarnos esta arcadia arrocera, vemos como se pierde la aldea y la
inocencia de la ya muchacha para ser adoctrinada, prisionera,
torturada, despreciada y por último violada. Con los aldeanos
encabronados, vietcong mosqueado y las autoridades señalándola,
junto a la turra moralinesca de la madre, se marcha a Saigón donde
es contratada junto con su madre por un matrimonio de burgueses
saigoneses que profesan el catolicismo y como buen burgués católico
deja preñada a la chacha que es la muchacha...
Finalmente
consigue trabajo en otra ciudad con base yanqui trabajando de
camarera a comisión de propinas en el economato coreano y conoce a
un soldado americano...
El
soldado es un sargento de marines que anda liquidando objetivos para
la CIA y tras un matrimonio a lo american way of live ha
llegado a la sabia conclusión de que lo mejor para un soldado de
servicio en Vietnam es regresar a casa con una oriental que dé
hijos, una esposa complaciente y de paso mantener una posición de
superioridad cuando la lleve a Texas y sea como una lombriz perdida
en un cesto de peces...
pero
es un traumas con un serio desequilibrio psicológico que se acentúa
con la normalidad de su familia, la normalidad de pasar a ser civil y
no adaptarse a cosas normales como un divorcio, una hipoteca, una
familia y un coche...
Es
una película que hay que ver aunque ya todo aquello ha quedado
relegado por la actualidad siguiente y dos victoriosas guerras en el
desierto después...
No
resistirá muchos visionados en la vida ya que a la mitad resulta
empalagosa y sólo ver al Tommy Lee Jones supone aliciente para
acabar de verla salvo que sea la primera vez.
Lo
cierto es que acabas saturado de la vietnamita, el proselitismo
budista, el montaje de las escenas oníricas (que luego desarrollaría
en Asesinos natos) y
de lo bonito que es sufrir para luego triunfar cumpliendo los
preceptos del sueño americano: la oportunidad de prosperar aunque
seas emigrante.
La
recomiendo si nunca la viste y recomendación budista: no pongas tu
puerta delantera enfrente de la trasera porque todo lo que entre en
tu vida por un lado, saldrá por el otro... (es cierto, al llegar a
esta frase del santurrón de turno daban ganas de bombardear Hanói)
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
http://theadversiterchronicle.org/
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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